Hoy, un día triste para todos, una gran pérdida ha retumbado en nuestros corazones como esos tambores que tú, Manuel Vián Pesquera, escuchabas cada Viernes Santo. Nos duele mucho tu partida, hermano.
Un hombre que supo entender el significado de esta cofradía, que en cada momento transmitió a sus hijos y nietos ese sentimiento de fe por esa figura, por esa talla que tanto amaba.
Fuiste y siempre serás alguien muy destacado y admirado, ya no solo por todos tus hermanos, también por tus amigos y, sobre todo, por tus familiares.
Cumpliste un sueño, ese gran honor de ser Mayordomo, quién mejor que tú para servir y vivir ese momento tan ansiado y esperado, todos recordaremos ese año con gran emoción.
Ahora que tu Cristo de la Paz te ha llamado y te acoge en su seno, no te decimos adiós, sino hasta luego, ya que tú estarás esperándonos en el cielo, mientras tus dulces y bellos recuerdos vivirán por siempre en nuestros corazones.
Hay que estar agradecidos por todo lo bueno que hiciste por nosotros y por tu amada cofradía, gracias por tu gran sabiduría, la cual nos ha llevado a ser lo que ahora somos.
Descanse en paz, querido hermano.